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viernes, 7 de junio de 2024
Siete de cada diez peruanos son pobres o vulnerables de caer en pobreza, nuevo informe del Banco Mundial
En mayo de este año el INEI publicó un informe sobre las cifras de la pobreza en el Perú. Esta publicación estuvo marcada por un escandalo generado por la presidenta Dina Boluarte. Quien, según se supo por medios de prensa, había pedido al INEI que no publicara estas cifras o las demorara en su publicación. Tacitamente quería esconder algo que ya todos los peruanos sentimos. Lo cierto es que el crecimiento de la pobreza en nuestro país no es un secreto para nadie. El año pasado el Banco Mundial publicó un informe sobre la situación de pobreza y desigualdad en el Perú. Les presentamos el documento para que puedan analizarlo
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El Perú ha sido uno de los países más afectados por la
pandemia de la COVID-19 en términos de impactos económicos y de salud, y del
deterioro de las mejoras sociales alcanzadas durante la década anterior. A
julio de 2022, el Perú había registrado más de 6,000 muertes por millón de
habitantes a causa de la COVID-19, ubicándose entre los países con las tasas de
mortalidad más altas per cápita debido a la pandemia. La economía se contrajo
en 11 por ciento en 2020, su mayor caída en 30 años y la más grande en América
Latina ese año. Como resultado, la tasa de pobreza nacional se incrementó a
30.1 por ciento, un nivel que no se había visto desde 2010, y la pobreza
extrema alcanzó 5.1 por ciento en 2020, comparable con la tasa de 2013. Para
fines de 2021 la economía se había recuperado, pero la pobreza y la pobreza
extrema mantuvieron los niveles de 2012 y 2015, respectivamente. La magnitud de
la pérdida de bienestar durante la crisis reveló la fragilidad de las mejoras
sociales alcanzadas en las dos décadas anteriores.
Los altos niveles de informalidad y la limitada protección
social dejaron a los trabajadores desprotegidos ante el choque económico de la
crisis por COVID-19, y millones de personas perdieron sus trabajos. Durante el
pico de la pandemia (segundo trimestre de 2020), se perdieron aproximadamente
6.7 millones de puestos de trabajo. Sin embargo, las pérdidas económicas
variaron ampliamente entre la población ocupada. Los trabajadores
independientes y las personas empleadas en empresas pequeñas –mayormente informales–
sufrieron la caída más grande en términos de empleo. Por el contrario, aquellos
que pudieron trabajar desde casa y que contaban con conectividad a internet
–mayormente formales– tuvieron menos probabilidad de perder su trabajo. Los
jóvenes, con tasas de informalidad más altas en relación con el resto de la
población, perdieron su trabajo a tasas más elevadas. Las mujeres se vieron
desproporcionadamente afectadas, ya que abandonaron la fuerza laboral a una
tasa más alta que los hombres, principalmente porque proporcionaron cuidado a
niños y ancianos en los hogares.
A pesar de la importante respuesta del gobierno a la crisis,
el Perú afronta una mayor pobreza ahora que antes de la pandemia. En el pico de
la pandemia, el sistema de salud colapsó, y nadie, sin importar su capacidad de
pago, pudo acceder a una atención adecuada. Diversos elementos de la respuesta
gubernamental sirvieron como amortiguadores contra la pérdida de ingresos,
evitando un aumento de la tasa de pobreza de 3.6 puntos porcentuales
adicionales. Sin embargo, si bien el paquete de mitigación en el Perú fue uno
de los más grandes de la región, éste resultó insuficiente para proteger a los
pobres y vulnerables y pobres de caer (o caer aún más) en la pobreza.
Resurgir Fortalecidos: Informe de Pobre y Equidad en el Perú
Fuente Banco Mundial COMUNICADO DE PRENSAABRIL 26, 2023 Vealo aqui Vealo aqui
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